Año nuevo siempre conlleva en sí un espíritu de recapitulación del pasado y proyección al futuro. Como seres humanos necesitamos estos cierres y comienzos de ciclos no sólo para ubicarnos en la estructura del tiempo, sino para que nuestro flujo de vida tenga referencia y no se pierda en el abismo de lo que podría ser.
Así es que aquí estamos, otra vez, resueltos ahora sí a cumplir aquellas auto promesas que en algún momento del año se disolvieron y cayeron en un segundo plano… ¿Por qué sucede esto?
Tiene todo que ver con la forma en que nos miramos a nosotros mismos. Queremos muchas cosas, pero ante todo, queremos ser mejores. Superarnos puede ser el mayor contribuidor de sentido para nuestras vidas, pero también puede ser la consigna que más nos daña, todo depende del punto de partida que tomamos para emprender nuestro camino.
Si partimos del auto convencimiento de que no somos buenos, emprender el camino hacia lo que es bueno se convertirá en una fijación en nuestra mente, alimentada constantemente por aquello que no somos. Esta fijación causará ansiedad y frustración en nuestro ser, incitándonos a eventualmente abandonar nuestros esfuerzos.
Si por el contrario, partimos desde el reconocimiento de que llevamos cierto camino recorrido hacia nuestra superación que nos gustaría seguir alimentando, entonces nuestro objetivo se convierte en una mera referencia que nos permite seguir haciendo lo que hacemos, pero ahora con una directriz. La cualidad de la mente aquí es más flexible y menos obstinada, permitiéndonos relajarnos ante nuestras proposiciones.
El éxito en el sostenimiento de nuestras resoluciones (¡y digo sostenimiento, mas no cumplimiento!) estriba primero en el conocimiento de nosotros mismos – nuestros ritmos y tendencias – para luego aceptarlo todo amorosamente y finalmente integrar dicha resolución dentro de lo que ya somos.
¡Deseo con sinceridad, un año muy amigable para ti!
Autor: Miriam Hamui
Miriam practica yoga desde el 2001 y enseña desde el 2008. También es educadora somática certificada por la escuela de Body Mind Movement. Ella combina sensibilidad y experiencia para guiar a sus alumnos hacia la práctica introspectiva y el movimiento consiente. De su cuerpo nace su escritura, que a su vez, inspira de regreso a su enseñanza. Conoce sus clases, eventos y libros publicados en www.miriamyoga.com
