meditationCiertamente no es un deporte o una forma de ejercicio físico debido a que sus implicaciones no son meramente corporales, si no que la mente, el espíritu y desde el punto de vista filosófico, la auto realización son aspectos que entran en juego cuando se practica. Pero recientemente la palabra disciplina me ha resonado, específicamente después de que una amiga hizo un comentario que he escuchado en muchas otras ocasiones: “Realmente para sentarse a meditar, respirar y hacer posturas por cuenta de uno mismo se requiere de mucha disciplina”.

Mirando el desarrollo de mi propia práctica personal, la palabra disciplina no completa la razón por la cual practico. Culturalmente, percibo la disciplina como un esfuerzo, mas si se tratara puramente de ello, yo creo que ya hubiera desistido después de todo este tiempo. Hay un motivador mucho más fuerte que me mantiene ahí.

Tratando de identificar tal motivador, me dispuse a consultar la definición directa de la palabra. A fin de cuentas, si a la práctica de cualquier arte marcial se le denomina “disciplina” por qué no ha de serlo para el Yoga? Esto fue lo que encontré: disciplina: Conjunto de normas que rigen una actividad o una organización. Pero me llamó la atención la segunda aplicación de la palabra: actitud de las personas que acatan estas normas.

La primera definición tiene completa relevancia con  lo que la práctica representa. Es bien sabido que el Yoga se comenzó a desarrollar hace más de 2500 años a partir de unas revelaciones que tuvieron los Rishis o videntes que se fueron transmitiendo de boca en boca y que posteriormente fueron plasmadas en textos para más adelante transformarse en tratados que enumeran prácticas específicas para conocer el estado del Yoga (ej. Los Yoga Sutras de Patanjali o el Hatha Yoga Pradipika).

Pero es la segunda definición, específicamente la palabra “actitud”, la que me incitó a indagar más profundo, sobre todo que tiene más que ver con el comentario de mi amiga y me hace preguntarme a mi misma: ¿Realmente soy una persona disciplinada y es por eso que sigo haciendo lo que hago?  

La respuesta me sigue inquietando y es la que me acercó directamente a los textos mismos del Yoga para determinar la actitud correcta requerida para la práctica.

Aunque existen diversos textos y corrientes que definen la práctica, me remití a los Yoga Sutras de Patanjali dado que representan el inicio del Yoga Clásico y se siguen estudiando a detalle hasta nuestros tiempos. Como principio el tratado establece que el Yoga es la restricción de las fluctuaciones de la mente, y enseguida explica que sólo así, quien percibe (o el Ser) permanece en su propia forma o esencia.[1]

El tratado mismo pone en claro que a veces se tiene tal estado de percepción pura y a veces no, con el sobreentendido de que el que percibe es sumamente vulnerable debido a que la mente posee diferentes cualidades, y por consiguiente, la práctica es para ejecutarse toda la vida: la práctica en sí es auto realización.

El tema de la actitud entra con claridad en el aforismo 1.12 que dice:

abhyasa–vairagyam  tan-nirodhah

La restricción de estas [fluctuaciones] [es obtenida] a través de la práctica y el desapego emocional. [2]

 En relación a la práctica (abhyasa), Patanjali establece que esta debe implicar un esfuerzo para obtener estabilidad en dicho estado de restricción y que este debe sostenerse ininterrumpidamente por un periodo largo de tiempo.[3] O sea que el esfuerzo es claro aquí, lo cual adjudica al Yoga la calidad de disciplina.

Sin embargo la práctica (o el esfuerzo) tiene su contraparte en la balanza: el desapego emocional (vairagyam). Patanjali no sólo se refiere al desapego a los objetos externos, si no también a las cosas “reveladas” que prometen los textos sagrados, si se ha de practicar Yoga. En términos más seculares, tal desapego puede entenderse como el desapego a resultados (por ejemplo: “yo practico yoga para obtener condición física, paz mental, mejor postura, etc…”).

Regresando a la pregunta original, debo admitir que el Yoga sí es una disciplina porque efectivamente existe un esfuerzo para establecer una hora específica del día, todos los días, para desenrollar el tapete y poner a prueba lo que he aprendido que debe ser útil para conocerme mejor. Pero contrario a otras disciplinas, el esfuerzo en Yoga no persigue fin alguno más que el de la práctica misma. El truco esta en conservar el desapego, la contraparte de la práctica, para que ésta sea trascendida y entonces se capte la esencia real. Pero, ¿cómo mantenerse desapegado si constantemente nuestra atención es atraída por figuras yoguis que admiramos, posturas retadoras que nos desafían o por publicidad que augura nuevos beneficios que promete la práctica?

Subyacente a cualquier esfuerzo que he empleado para la práctica y siempre predominando, está mi curiosidad: aquella que nació antes de que siquiera comenzara a practicar y que ahora no sólo prevalece en mí, si no que sigue en aumento conforme voy descubriendo nuevas cosas que me devuelve la práctica. La curiosidad es la que me ha permitido permanecer ahí, en indagación constante y por lo tanto en desapego a cualquier resultado. Y si, como ser humano que soy, me desvío, regreso a mi curiosidad inicial.

Si eres capaz de detectar alguna curiosidad inicial que te ha acercado a la práctica, aún cuando todavía ni te acercas, no la sueltes, préstale atención y toda tu paciencia; experimenta, juega y deja que ella te guíe. Y si te desvías, ya sabes el camino de retorno. La curiosidad hará que tu esfuerzo se transforme en gozo y tu práctica en un proceso creativo constante. ¡Ahí está el poder alquímico del Yoga!


[1] Feuerstein, George (1989), The Yoga Sutras of Patanjali, p. 26-28.

[2] Feuerstein, George (1989), The Yoga Sutras of Patanjali, p. 34.

[3] Feuerstein, George (1989), The Yoga Sutras of Patanjali, p. 34-36.

Miriam Hamui

Autor: Miriam Hamui

Miriam practica yoga desde el 2001 y enseña desde el 2008. También es educadora somática certificada por la escuela de Body Mind Movement. Ella combina sensibilidad y experiencia para guiar a sus alumnos hacia la práctica introspectiva y el movimiento consiente. De su cuerpo nace su escritura, que a su vez, inspira de regreso a su enseñanza. Conoce sus clases, eventos y libros publicados en www.miriamyoga.com

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4 thoughts on “¿Es Yoga una disciplina?

  • 30 30America/Mexico_City septiembre 30America/Mexico_City 2013 at 09:35 09Mon, 30 Sep 2013 09:35:32 -050032.
    Permalink

    Me parecio muy interesante tu articulo, Miriam, gracias por compartirlo con otros!

    Reply
    • miriamhamui
      30 30America/Mexico_City septiembre 30America/Mexico_City 2013 at 10:49 10Mon, 30 Sep 2013 10:49:01 -050001.
      Permalink

      Gracias a tí, Dalia. Siempre es un placer compartir contigo!

      Reply
  • 11 11America/Mexico_City noviembre 11America/Mexico_City 2013 at 12:08 12Mon, 11 Nov 2013 12:08:02 -060002.
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    Reblogged this on Yoga en Altamira and commented:
    Excelente Post! Sobre todo para quienes buscan una motivación para iniciarse en la práctica!

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    • miriamhamui
      11 11America/Mexico_City noviembre 11America/Mexico_City 2013 at 12:16 12Mon, 11 Nov 2013 12:16:51 -060051.
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      Me alegra que te gustó! La magia está en la curiosidad por descubrirse a sí mismo, una y otra vez… Entonces el esfuerzo se transforma en gozo!

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