La práctica más avanzada de Yoga

La práctica más avanzada de Yoga.

Ni la postura más osada, ni la técnica de respiración más intensa, ni la meditación más prolongada se acercan a la profundidad de esta práctica. Sin embargo, esta puede sostenerse continuamente mientras ejecutas las demás. Es una práctica que apunta a la simplicidad y a la pureza; a la esencia misma del Yoga. Sucede sólo por elección propia, más probablemente no siempre estás dispuesto a considerarla. ¿Se te ocurre cuál puede ser esta?

No te lo responderé todavía, te seguiré platicando. Cada vez que te encuentras sobre el tapete de Yoga, ya sea en clase o por tu cuenta, una persona diferente comienza a practicar. Aunque tu esencia es la misma, hay una serie de cualidades internas que determinan tu estado presente. Desde el punto de vista físico, puede haber tensión muscular, alguna lesión, digestión que no se ha consumado, exceso de mucosidad, inflamaciones, etc. Mirando tu nivel de energía, esta puede ser alta, baja o cambiante. Tu mente puede presentar una abundante o escasa cantidad de pensamientos que cambian a determinada velocidad. Tu estado emocional que prevalece debajo de tus pensamientos tiene diferentes tonalidades que producen variadas sensaciones. Finalmente tu disposición general a sólo ser puede ser vulnerada a mayor o menor escala por cualquiera de los aspectos anteriormente mencionados. ¡Y en el fondo de toda esta vorágine estás tú!

Con esto no estoy implicando que uno debe someterse a un análisis clínico completo antes de comenzar a practicar, de ser así nunca se comenzaría. Sin embargo, sí es posible y deseable tomar nota del estado general que prevalece. Para ello, se requiera abrirse a sentir, sólo sentir, sin que la mente intervenga con juicio o análisis. Una herramienta útil para esto es la observación de la respiración: dado que esta es una función básica e involuntaria del cuerpo, la información que revele siempre será lo más pura y fidedigna posible y comprenderá todos los aspectos del Ser.

Toma nota que lo que registres al principio de tu sesión irá cambiando conforme se desenvuelve la práctica, así es una atención sin juicio constante es requerida, si es que has de mantenerte presente mientras practicas. Es un forma de sintonizarte con la naturaleza cambiante de todo lo que existe, lo cual me lleva a la pregunta original: ¿Cuál es la práctica más avanzada de Yoga, que yace en el fondo de toda ejecución y que te acerca a la esencia misma de la práctica?

Yo lo diré en una palabra, pero por favor, siéntete en la libertad de asignar tu propia palabra a aquello que sientes y entiendes: MODERACION.

La moderación va más allá de no excederse o de procurar actuar lo suficiente. Si analizas el papel de un moderador en un debate tendrás una idea más clara. Éste, silenciosamente atento y siempre conservando absoluta neutralidad, observa el desenvolvimiento de la conversación. Cuándo esta se desvía del tema central, quien modera interviene regulando el cause correcto del debate. El moderador nunca sabe ni debe interferir en el resultado final, mas esta es la belleza misma de su labor: conservar la pasividad necesaria para que las propuestas novedosas que surjan del debate se puedan dar.  

El moderador es un completo servidor, como tú lo eres en el momento que te dispones a moderar tu práctica. Quien verdaderamente sirve, está consiente y acepta lo que el momento presenta y adquiere la fortaleza, creatividad y guía  para actuar en concordancia. Cuándo te dispones a efectuar la práctica más avanzada de Yoga, entras en honestidad profunda y recibes enseñanzas invaluables que sólo son tuyas y para ti.

Autor: Miriam Hamui

Miriam practica yoga desde el 2001 y enseña desde el 2008. También es educadora somática certificada por la escuela de Body Mind Movement. Ella combina sensibilidad y experiencia para guiar a sus alumnos hacia la práctica introspectiva y el movimiento consiente. De su cuerpo nace su escritura, que a su vez, inspira de regreso a su enseñanza. Conoce sus clases, eventos y libros publicados en www.miriamyoga.com

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