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Apenas sale del vientre materno y aquella pequeña criatura queda expuesta ante un mundo vasto y complejo. Un mundo que va descubriendo poco a poco y lo seguirá haciendo el resto de su vida. Un mundo que causa asombro, atracción, aberración, alegría, miedo, en fin, toda la parafernalia de emociones, con todo y los matices que uno pueda imaginar…

Y así pasamos la vida, siendo continuamente afectados, tocados, estimulados, sacudidos. A veces lo queremos todo; a veces queremos huir, de una vez por todas. Pero la vida ahí está, y yo me pregunto: ¿Cómo para qué?

Toda esa explicación se quedó dentro de mi, desde el día en que nací. Explicación que no se me manifestó completa y de frente, simple y llana, si no que ha penetrado mi entendimiento paulatinamente y a micro dosis.

Pensaríamos que todo el conocimiento acumulado hasta nuestra edad actual nos ha formado, nos ha moldeado para ser lo que somos. Pero ese infante curioso que va entendiendo poco a poco, es el mismo de siempre, no tiene edad. Ese es aquel que conoce, que a pesar del remolino llamado vida, queda en el mismo lugar, intacto, entendiendo una micra más acerca de ¿por qué la vida?

Aquél que conoce, o sea tú, en el sentido más puro, es aquel que te contiene, te ubica, que no permite que enloquezcas, si no al contrario, es eso que te impulsa a sacar el mejor provecho de aquello que llamamos vida.

Conócelo, cultívalo y procúralo.

Miriam Hamui

Autor: Miriam Hamui

Miriam practica yoga desde el 2001 y enseña desde el 2008. También es educadora somática certificada por la escuela de Body Mind Movement. Ella combina sensibilidad y experiencia para guiar a sus alumnos hacia la práctica introspectiva y el movimiento consiente. De su cuerpo nace su escritura, que a su vez, inspira de regreso a su enseñanza. Conoce sus clases, eventos y libros publicados en www.miriamyoga.com

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