¿Conoces tu mente? ¿No lo tienes muy claro? Sólo cierra tus ojos por unos instantes y observa el flujo de tus pensamientos… ¿Es abundante? ¿Es escaso? Independientemente de tu respuesta, hay pensamiento, no es así?
En realidad no pueden dejar de existir los pensamientos en tu mente, simplemente porque estás vivo, es parte de ti. Lo que sea que mires, escuches, huelas, degustes o palpes a través de tus sentidos va a crear historia en tu mente, o bien, ¡despertará alguna memoria para crear más historia!
Por lo mismo, es virtualmente imposible poner tu mente en blanco. De hecho, tratar de hacerlos sería ir en contra de tu propia Naturaleza. Entonces, ¿qué es lo que buscamos cuándo meditamos?
En principio, habría que plantearnos la pregunta, ¿por qué queremos meditar?. Tanto tú como yo podemos intuir que la meditación nos brindaría ese respiro, refugio o momento de paz, que nos separe de nuestro barullo cotidiano…Y así lo es, pero para ello, tendríamos que cambiar la forma en que miramos esta práctica: más que una condición en la que cesan los pensamientos, es un lugar desde dónde podemos atestiguarnos, sin sobresaltarnos, sin involucrarnos con nuestras propias historias, sino más bien permitiendo que todo aquello que somos sea reflejado ante nosotros tal como es.
Entonces, ¿qué hacer con la mente? Aunque parezca extraño, ¡absolutamente nada! Si analizamos las distintas formas de meditación que se han desarrollado a través de los siglos, podemos observar que todas constan de actividades como mantras, japas, respiraciones, caminatas, posturas, mandalas, etc., que posicionan la atención sobre algo repetitivo y constante, para así abandonar el involucramiento con los pensamientos. En otras palabras, todas apuntan a crear las condiciones para que la mente eventualmente adopte un estado de testigo por sí sola.
Hoy quiero ofrecerte una forma interesante para abordar tu meditación. Nació a partir de mi propia experiencia en cuerpo y me encantaría trasmitírtela de mi cuerpo al tuyo. Al final del día, el cuerpo no miente, ya que no está contaminado por las memorias, deseos y miedos que habitan en nuestra mente. Su percepción es pura, y por lo mismo, es capaz de generar entendimiento claro y directo. Así es como yo desarrollé mi propia meditación.
Con mi libro Medita desde tu cuerpo: Una guía somática te brindo una serie de explicaciones simples y ejercicios para que entiendas tu meditación a partir de las sensaciones de tu cuerpo. Desarrollarás una noción clara de postura, estabilidad, relajación y respiración fluida, que surgirá de tu propia experiencia y por lo mismo será única para ti. Una vez que tu cuerpo se sepa en paz, tu mente simultáneamente hará lo mismo, dado que cuerpo y mente están íntimamente relacionados, como bien sabemos.
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Por este mismo medio y el día de la PRE VENTA enviaré el enlace para que puedas hacer la compra, sí así lo deseas. El libro lo podrás descargar a tu Kindle o cualquier dispositivo el día del lanzamiento que será dentro de menos de un mes…
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¡Mi mayor alegría es transmitir lo que emerge y evoluciona en mi!
Autor: Miriam Hamui
Miriam practica yoga desde el 2001 y enseña desde el 2008. También es educadora somática certificada por la escuela de Body Mind Movement. Ella combina sensibilidad y experiencia para guiar a sus alumnos hacia la práctica introspectiva y el movimiento consiente. De su cuerpo nace su escritura, que a su vez, inspira de regreso a su enseñanza. Conoce sus clases, eventos y libros publicados en www.miriamyoga.com
